sábado, febrero 23, 2008

San Glorio y El Oso. Parte II

(Viene desde San Glorio y el Oso. Parte I)
Antes de analizar cual puede ser, en mi opinión, el impacto de la estación que se plantea sobre el oso, sí me gustaría matizar un par de cosas.
Mi opinión personal sobre la estación como ciudadano de la comarca de Riaño y amante de la naturaleza al mismo tiempo, es que debe hacerse una estación de esquí alpino, pero con un perfil completamente distinto al que se plantea, con unos objetivos completamente distintos, pagada por la Junta y ajustada a León. Y lo de ajustada a León no lo digo por que me crea aquello del sibilino enemigo palentino, acechando en la oscuridad para expoliar a León toda su riqueza y tal y cual. Todo lo contrario, para mí, como prioreño, la Montaña Palentina me parece absolutamente hermana; he paseado por todos sus rincones; por Pineda, por el Ves, por Los Redondos, por Castillería; y allí donde lance la vista me enamora su belleza, tan parecida y a la vez tan distinta a la de mi comarca de Riaño. Ellos son la continuación de lo nuestro y nosotros la continuación de lo suyo. Comparten nuestros mismos problemas, y fueron saqueados por pantanos y minería insostenible como lo fuimos nosotros. Cierto es que han salido de la etapa del desarrollismo bastante mejor parados, y aunque en crisis, mantienen un sector sur bastante pujante articulado sobre el eje Aguilar-Cervera-Guardo-Velilla, quizá porque ellos alguna vez tuvieron políticos, mientras que en León sólo hemos tenido caciques.

Mi preocupación al entrar Palencia en el lote, viene dada por el hecho de que si se da de paso al cambio de normativa en el PORNA de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, el precedente que se va a sentar es tan sumamente grave, que puede considerarse la protección de la naturaleza en Castilla y León como algo liquidado. ¿Quién puede asegurar a partir de ahora, que por ejemplo, los alcaldes del entorno de Villafáfila, apesadumbrados por la emigración de sus jóvenes, y aconsejados por una empresa privada, no decidan que la única salida para su comarca pase por construir un campo de golf en mitad de las lagunas y decidan cambiar el PORNA del Parque? ¿Quién puede asegurar ninguna protección del medio ambiente en torno a San Glorio, cuando se parte de un cambio de normativa que permite hacer por intereses económicos lo que antes no se podía hacer por motivos de protección? ¿Cómo vamos a creer en la objetividad de ningún estudio de impacto cuando la junta ya ha asegurado que la estación se va a hacer? ¿Quién asegura que si el EIA determina que la estación es incompatible con el oso, no se va a cambiar la normativa para que proteger al oso deje de ser obligatorio? Demasiadas incertidumbres para quienes deseamos algo con la suficiente fuerza para que saque a la comarca del estado comatoso en que se encuentra; pero a la vez queremos que se respete aquello que es esencial para la Montaña de Palencia y Riaño: su belleza, su naturalidad, su armonía; y lo que nos hace verdaderamente diferentes, nuestro Wilderness.
Creo, además, que el mayor volumen de negocio, poniendo León la mayoría de la nieve y del terreno, se va a ir para Palencia, lo cual no sería demasiado justo.
Y hay otro tema, y es que el impacto de la estación se me antoja muchísimo más grave en Palencia que en León, por motivos que luego explicaré.
Pero en fin, me estoy enrollando. Por eso digo que el tema de San Glorio es amplísimo y se resiste, para cualquiera que quiera encontrar un equilibrio entre la protección de la naturaleza y el bienestar de su gente, a cualquier análisis simplista y tontón.
Vamos de una vez al tema concreto que nos ocupa: San Glorio y el oso.

Artículo publicado como comentario por Prioro
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien escrito está, aunque parece que antepones al Hombre frente a la Natura, y eso ya no me gusta. creo que el primero es sólo parte de la segunda. Y lamentablemente su verdugo.

NO A SAN GLORIO. DEJAD LAS MONTAÑAS COMO ESTAN. QUE LAS PUEDAN DISFRUTAR NUESTROS BISNIETOS.

Anónimo dijo...

Pues qquí por la zona algunos que en la vida hablaron conmigo dicen que me preocupa más el oso que las personas

Dondado dijo...

Yo no creo que estemos en un momento en el que haya que elegir entre el hombre y el Oso, deberíamos encontrar la forma de que ambos convivan con beneficios mutuos.
Cuando llegue el momento, y si no quedan más alternativa yo preferiré el hombre, pero queda mucho, y esperemos que no lleguemos nunca, al punto en que no haya más alternativas que tener que decidir entre ambos